
Cuando vivía en la calle Enrique Ochoa 145, en una cortada producida por la vía de la estación Dr. Antonio Sáenz, en forma paralela a la estación estaba la Feria de los Pájaros, un lugar donde se podía encontrar y comprar desde pececitos, monos, plantas, loros, perros y hasta una tortuga. También en forma de sándwich pegado a ella y bordeando la Av. Perito Moreno estaba la feria de Sáenz, donde mi abuela Beba venia cargada a dos manos con bolsas repletas de verduras, frutas, carnes etc.
Pero volviendo a la feria de los pájaros, que abría solos los domingos, mi recuerdo se nutre de varias cosas, de mi primer pecera, con pescaditos plateados y naranjas donde mi diversión no solo constaba en mirarlos sino en decorarlos con piedritas y muñequitos plásticos de acuanautas o hombres ranas donde una de sus piernas estaba

Otras mascotas que tuve fue un Patito, Saturnino. Pollitos y una rata blanca, todas con destino y final incierto, a todas ellas mi mejor recuerdo, snif, snif…!

Daniel Pereyra